domingo, 12 de septiembre de 2010

" -Lake, te quiero.
Y Lake no contestó. Dejó que las palabras flotaran en el aire. Que se inflamaran y crecieran hasta convertirse en una manta grande y roja que planeara sobre la habitación, se posara en él y lo mantuviera caliente toda la noche. " 
Dejame Entrar. John Ajvide Lindqvist